Imanes
Para poder hablar sobre el magnetismo primero hay que saber lo que es un imán y, sobretodo, como actúa
un imán. Aunque parezca que todo el mundo sabe las repuestas a estas sencillas cuestiones, resulta que no es así.
Como se puede observar en el dibujo, existen tres zonas en un imán. Dos zonas a las que llamamos polos (norte y sur) y, una tercera zona central, a la que denominamos zona o línea neutra. La zona neutra es donde no existe ningún tipo de atracción o repulsión magnética. En las zonas de los polos norte y sur, puede haber una atracción o una repulsión magnética, todo dependerá de las cualidades físicas del elemento que acerquemos al polo en cuestión.
Ahora bien, ¿qué objetos o materiales pueden ser atraídos por el polo de un imán? la respuesta es sencilla, los materiales que contengan hierro, acero, níquel o cobalto. Muchos creen que solamente el hierro es atraído por un imán e, incluso, el acero (como todo el mundo sabe el acero es una aleación con hierro), pero se equivocan, porque, como decimos, el níquel y el cobalto también son atraídos por un imán. A pesar de ello, el nombre utilizado para llamar a los materiales que son atraídos por un imán se les denomina ferromagnéticos.
¿Habeís roto alguna vez un imán? Pues bien, si un imán se rompe en dos trozos, se convierte en dos imanes. Esto sucede porque molecularmente el imán es una estructura organizada. Lo entenderemos mejor con un simple dibujo:
En el dibujo de la izquierda, podemos observar la armonía estructural de las moléculas magnéticas de un imán. Mientras que en el dibujo de la derecha, observamos el caos de las moléculas magnéticas de un trozo de hierro.
De esta última afirmación podemos deducir cómo se fabrican los imanes o cómo se imantan los trozos de hierro (sobretodo las herramientas como las llaves fijas, destornilladores, etc). Al acercar un imán a un trozo de hierro o de acero, éstos cogen las propiedades del imán porque las moléculas magnéticas se reestructuran momentáneamente.
En el trozo de acero la imantación es permanente, mientras, que con el trozo de hierro, la imantación es momentánea.
Cuando retiremos el imán del trozo de hierro, el hierro perderá la imantación. Esta es la razón de que se utilice principalmente el acero con aleaciones para crear imanes permanentes. Algunas de estas aleaciones son: acero-titanio, acero-cobalto, acero-tungsteno, etc. Pero también se utiliza el hierro con ciertas aleaciones especiales para fabricar imanes como es la aleación hierro-cobalto-aluminio-níquel.
Asimismo, podemos comprobar que en los motores, electroimanes, transformadores, etc. se utilizan los llamados imanes temporales como núcleo de las bobinas. Este tipo de imán o núcleo se suele fabricar con hierro-silicio.
Tanto los imanes permanentes como los imanes temporales, son imanes artificiales. En la naturaleza existen imanes naturales como la magnetita pero que no son usados industrialmente por su pobres características magnéticas.
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